
Ayer soñé que mi hermano era Mazinger Z, que hacíamos juntos una visita a un bar y unos "malotes" le quitaban el casco en un descuido. Eso de por sí ya fue bastante humillante, pero lo peor fue intentar recuperarlo con la ayuda de botellines de cerveza a modo de porra, al más viejo estilo barriobajero.
Nuestros heroes de la infancia ya no tienen superpoderes, o quizás nunca los tuvieron aunque nosotros crecimos creyendo en ellos a pies juntillas. Que será lo próximo, ¿espinte sin puas?
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